miércoles, 11 de noviembre de 2015

BIOGRAFIA DE JOHANNES KEPLER.

Johannes Kepler Johannes Kepler fue un científico alemán de principios del S.XVII  recordado principalmente por descubrir las tres leyes referentes al movimiento de los planetas sobre su órbita alrededor del sol. Se tiene mucha información sobre la vida personal e investigadora de esta figura clave de la revolución científica ya que se conserva mucha de su correspondencia. Sus estudios y trabajos le llevaron a convertirse en el matemático imperial de Rodolfo II. Kepler nació en Würtemburg, la actual Alemania, el 27 de diciembre de 1571 en el seno de una familia protestante. Esta se encontraba en decadencia cuando él nació. Su padre era un mercenario en el ejército del duque de Alba y raramente estaba en casa hasta que desapareció cuando el tenia 18 años. Su madre, una curandera y herborista, fue acusada en varias ocasiones de brujería. A pesar de ser un niño con escasa y débil salud, fue brillante e impresionaba a todos con sus facultades matemáticas. Sus padres le hacen despertar el interés por la astronomía. Tras estudiar en los seminarios de Adelberg y Maulbronn, Kepler ingresó en la Universidad de Tubinga (1588). Allí, comienza primeramente por estudiar la ética, la dialéctica, la retórica, griego, el hebreo, la astronomía y la física, y luego más tarde la teología y las ciencias humanas. Cuando aún se creía en el sistema geocéntrico de Ptolomeo, que afirmaba que la Tierra estaba inmóvil y ocupaba el centro del Universo, y que todo giraba a su alrededor, su profesor de matemáticas, el astrónomo Michael Maestlin, le enseñó el sistema heliocéntrico de Copérnico que se reservaba a los mejores estudiantes. Kepler se convirtió en un copernicano convencido como discípulo de Maestlin. Sin embargo, en 1594, interrumpió su carrera teológica al aceptar una plaza como profesor de matemáticas en el seminario protestante de Graz. La primera etapa en la obra de Kepler se desarrolló durante sus años en Graz. Se centró en los problemas relacionados con las órbitas planetarias, así como en las velocidades variables con que los planetas las recorren, y partió de la concepción pitagórica según la cual el mundo se rige en base a una armonía preestablecida. Tras intentar una solución aritmética de la cuestión, creyó encontrar una respuesta geométrica relacionando los intervalos entre las órbitas de los seis planetas entonces conocidos con los cinco sólidos regulares. Juzgó haber resuelto así lo que él denominó un "misterio cosmográfico" que expuso en su primera obra, Mysterium cosmographicum (El misterio cosmográfico, 1596), de la que envió un ejemplar a Brahe y otro a Galileo, con quien mantuvo una esporádica relación postal y a quien se unió en la defensa de la causa copernicana. Cuatro años más tarde, la ley del archiduque Fernando contra los maestros protestantes le obligó a abandonar Austria y en 1600 se trasladó a Praga invitado por Tycho Brahe. Cuando éste murió repentinamente al año siguiente, Kepler lo sustituyó como matemático imperial de Rodolfo II, con el encargo de acabar las tablas astronómicas iniciadas por Brahe y trabajó frecuentemente como consejero astrológico. Durante el tiempo que permaneció en Praga, Kepler realizó una notable labor en el campo de la óptica: enunció una primera aproximación satisfactoria de la ley de la refracción, distinguió por primera vez los problemas físicos de la visión y sus aspectos fisiológicos, y analizó el aspecto geométrico de diversos sistemas ópticos. Pero el trabajo más importante de Kepler fue la revisión de los esquemas cosmológicos conocidos a partir del trabajo previo de su antecesor Brahe (en especial, las relativas a Marte), labor que desembocó en la publicación, en 1609, de la Astronomia nova (Nueva astronomía), la obra que contenía las dos primeras leyes llamadas de Kepler, relativas a la elipticidad de las órbitas y a la igualdad de las áreas barridas, en tiempos iguales, por los radios vectores que unen los planetas con el Sol. En 1611 fallecieron su esposa y uno de sus tres hijos; poco tiempo después, tras la muerte del emperador, fue nombrado profesor de matemáticas en Linz. Allí culminó su obra enunciando la tercera de sus leyes, que relaciona numéricamente los períodos de revolución de los planetas con sus distancias medias al Sol; la publicó en 1619 en Harmonices mundi (Sobre la armonía del mundo), como una más de las armonías de la naturaleza, cuyo secreto creyó haber conseguido desvelar gracias a una peculiar síntesis entre la astronomía, la música y la geometría. En Linz residió Kepler hasta que, en 1626, las dificultades económicas y el clima de inestabilidad originado por la guerra de los Treinta Años lo llevaron al servicio de A. von Wallenstein, en Sagan (Silesia), quien le prometió, en vano, compensarle por la deuda contraída con él por la Corona a lo largo de los años. Un mes antes de morir, víctima de la fiebre, Kepler había abandonado Silesia en busca de un nuevo empleo. Kepler muere en 1630 en Ratisbona, en Baviera, Alemania, a la edad de 59 años.


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